jueves, 2 de agosto de 2012
8:00 | Publicado por
AsociaciónRio+20, misioneros y desarrollo sostenible
Los misioneros combonianos y combonianas reunidos en Río de Janeiro en el marco de la cumbre climática Río+20 concluyeron que “promocionar la Paz, la Reconciliación y la Justicia Social y Ambiental es una dimensión esencial de la misión. Poco a poco vamos tomando conciencia de la particular urgencia de la cuestión ecológica y de la consiguiente necesidad de incluirla entre nuestras prioridades de acción apostólica”. Los misioneros consideraron que la Tierra está "más amenazada que nunca" y que era objeto de "codicia, manipulación y tiranía, violada y esclavizada para servir a intereses viles y mezquinos”.
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Acogida para los niños que escapan del LRA
Desde hace cinco años el obispo de Bangassou, el español y misionero comboniano Juan José Aguirre acoge en su diócesis a menores que han logrado escapar del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), grupo armado rebelde liderado por Joseph Kony, que actualmente tiene secuestrados a cerca de 300 en la selva de la República Centroafricana.
Aguirre mencionó a la agencia FIDES el caso de las niñas y jóvenes que después de haber sufrido todo tipo de abusos por los guerrilleros del LRA (a menudo golpeadas y violadas, incluso por grupos de 30 o 40 soldados), logran escapar y cuando alcanzan la misión "llegan bloqueadas, con la autoestima por los suelos, y algunas de ellas embarazadas".
Tanto el obispo como los sacerdotes y religiosas que trabajan en la diócesis junto a él, testigos directos de actos de violencia perpetrados por el grupo de Kony, ponen en riesgo sus propias vidas al no contar con escolta militar ni protección de ningún tipo.
Bangassou está a 18 horas en coche de la capital, Bangui. Para recorrer toda la diócesis, donde lo habitual son las carreteras sin asfaltar, son necesarios tres días. Aguirre, junto a otros misioneros y cooperantes, desarrolla en la región 25 grandes proyectos gracias a la Fundación Bangassou, que nació en Córdoba (España) con este objetivo. Alimentación de niños, acogida para enfermos de sida o lepra, escuelas, atención a huérfanos y a ancianos son algunas de estas iniciativas que necesitan de un mayor apoyo.
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Continúa la emergencia humanitaria en el norte de Malí
A pesar las negociaciones abiertas entre los grupos rebeldes que controlan el norte de Malí y los nuevos gobernantes de Bamako, continúa la emergencia humanitaria causada por el conflicto, tanto en la región como en los países limítrofes. Organizaciones no gubernamentales internacionales han lanzado la alarma ante la prolongada sequía, la falta de alimentos, agua, combustible y medicamentos que afecta a la población. Las organizaciones humanitarias tuvieron que suspender sus programas por la incertidumbre en Kidal, Gao y Tombuctú, informa Misna.
Alrededor de 268.000 personas han huido del norte de Malí y cada día hay centenares que entran en Mauritania, Níger, Burkina Faso y Argelia. Misioneros en la zona y organizaciones humanitarias describen el sentimiento de pánico entre las personas que se han visto obligadas a desplazarse después de ver "sus propias casas, sus terrenos de cultivo y medios de vida saqueados y destruidos" por los milicianos que tomaron el control de las principales localidades.
"Lo que se ha autoproclamado en el norte es un estado sin derechos, donde los integrantes del Movimiento de Liberación Nacional de Azawad cometen violaciones de los derechos humanos y saqueos, mientras los grupos islámicos como Ansar Din tratan a toda cosa de imponer la sharia", explicaba Moctar Mariko, presidente de la Asociación Maliense de Derechos Humanos. Los dos grupos, que persiguen objetivos distintos, tratan de ganarse el apoyo de la población que permanece en la región. Los tuaregs del MNLA distribuyen combustible y camisetas, explicando los objetivos de su lucha. Ansar Din (ligado a Al Qaeda), ofrecen seguridad a la población frente a los abusos de los milicianos. Estos también han prometido la apertura de corredores humanitarios para permitir la distribución de ayudas, siempre que estas no provengan de Francia ni de Estados Unidos.
