jueves, 4 de octubre de 2012

  Hola a todos:



        En esta fecha en España, estáis comenzando el curso, tanto en los colegios, institutos, universidades, como en las parroquias…, acá ya nos encaminamos a la recta final del curso, pues recordaré que el curso comienza acá en Marzo y termina por Diciembre.


        Durante un tiempo he tenido malograda mi lapto, es decir, que mi ordenador portátil estaba estropeado, pero parece que ya va bien, por eso, me he demorado también un poco en escribir.

        En este mes empezamos con una festividad de la Virgen muy importante en nuestra Prelatura, la Virgen de la Natividad, de un pueblo que se llama Tabalosos y que es una devoción arraigada por acá, que van gente de distintos pueblos, para ver todos los años a la Virgen el 8 de Septiembre, allí también con un grupo de profesores y de jóvenes me hice presente, la verdad que existe hace ya  varios siglos, y lo que es más importante que en este lugar dónde las sectas proliferan tanto, en este pueblo a penas, haya, una vez más la virgen María es la que frena al Maligno, la Eucaristía fue presidida por Monseñor y a continuación fue la procesión por las calles del pueblo, con la curiosidad de que llegamos a una calle y Monseñor bendijo el asfaltado que recién estaba hecho, y también como llaman acá se hizo un brindis en ese momento, todo muy del Perú, estas curiosidades.



        En este mes de Septiembre, si también hay algo que destacar, fue que el pasado 14 de Septiembre festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, fue mi aniversario de ordenación sacerdotal, desde acá también a todos mis compañeros que nos ordenamos ese día felicitarlos y que sigan siempre siendo fiel al Señor en su vida sacerdotal, ya nueve años de sacerdote, que se han pasado volando, pero también pienso que muy bien aprovechados todo para Mayor Gloria de Dios. Este año para celebrarlo me fui a los pueblos más lejanos que tengo, junto con un animador, D. Fermín, un joven que también es animador, Juanito, y el profesor Melanio, nos fuimos cuatro días por los pueblos que están más retirados, para que nos entendamos que desde dónde dejo el coche hasta llegar al pueblo tuvimos que caminar de ocho a nueve horas, y en algún momento bajo la lluvia. Evidentemente a estos pueblos voy dos o tres veces al año, pero ellos a pesas de las pocas visitas que tienen, se mantienen muy fieles y están esperando muy gustosamente la visita del Sacerdote. Visitamos tres pueblos, Flor de Selva, Monterico y la Unión, dónde en todos hicimos sacramentos: Bautismos, Primeras Comuniones, Matrimonios, Unción de Enfermos, y alguna que otra Confirmación. Y sobre todo confesiones, pues como se confiesan cuando voy demoran bastantes, por lo que mis acompañantes, antes están dando alguna charla sobre la confesión, rezan todos el Rosario y también van apuntando las intenciones de los difuntos para la Eucaristía, que podéis haceros una idea de cuantos difuntos, casi igual que la lista de alumnos que puede tener un colegio. Aunque fue dura la caminata en alguna ocasión, disfruté mucho, sobre todo el día de mi aniversario sacerdotal, ya que Dios me concedió el privilegio de celebrarlo con los más alejados de mi parroquia, que menos puedo visitar por la distancia. En el pueblo de la Unión, programó sus fiestas patronales cuando yo los visité, todo un detalle de las autoridades del pueblo.



        En otras de mis visitas, estas de un día he ido a otros caseríos, a uno que se llaman Nazaret y San Mateo que también suelo ir una o dos veces al año, y tuvimos sacramentos, estos caseríos son pequeñitos de apenas unas diez familias cada uno, pero que ahí se han instalado y hay que caminar algunas horas para llegar a ellos, y algunas veces te encuentras sorpresas, con algún enfermo que lleva varios meses y le animas a que vaya al médico y se cura, que no tenía casi nada grave, por eso cada vez que salgo, me he convertido un poco en médico también del cuerpo, le estoy quitando el trabajo a mi hermana Merchi que es médico, aparte de ser del alma, llevo algunas pastillas y se las digo como se la tienen que tomar según los síntomas que tenga, ya que por esos caseríos no llega ni el médico y mucho menos tienen medicamentos, la vida de misionero no deja de sorprenderme pues uno tiene que saber de todo y muchas obligadamente por las situaciones que te encuentras, pero siempre confiando en Dios y en su Madre la Virgen Santísima no sabiendo cómo pero se sale airoso de las situaciones más complejas en las que te encuentres, cuando visitas a un anciano, a alguien que lo está pasando mal con algún problema, Dios siempre te pondrá las cosas necesarias a tu alcance para que se las diga o haga.



        También acá en Moyobamba hemos celebrado Ntra. Sra. De las Mercedes, pues están las Hermanas Mercedarias de la Caridad, hace ya 51 años, acá en Moyobamba, y he participado en alguna que otra celebración con ellas, sobre todo la buena labor que hacen en esta tierra, pues tienen un Colegio con 1000 alumnos, un internado para chicas de las zonas rurales que tienen 70 chicas, visitan la cárcel…, son almas entregadas a los más necesitados.



        Muy unidos a todos en la Oración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.



        José Diego Román Fernández, Sacerdote Diocesano de Sevilla, en la Misión de Moyobamba en Perú.

     











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